quizá no

quizá no te vea pasar
a mi lado
mientras estoy buscándote

quizá sea invisible
a tus ojos
mientras estás esperándome

quizá llevamos eones
sin reconocernos
detrás de otras y de estas apariencias

quizá anhelás verme
de otro modo, en otro cuerpo
y yo a vos

quizá bailemos
esta danza del desencuentro
millones de vidas
hasta encontrarnos,
quizá no

y, sin embargo,
persiste en mi pecho
la ingenua esperanza
de encontrarte hoy

algunos llaman amor

ciertas reacciones
físico químicas
miles de
millones
de años atrás
tuvieron comienzo
provocando que
una lluvia de fotones
salieran despedidos de la superficie solar
ocho minutos y diecinueve segundos
antes
que presionaras
el botón disparador
de tu cámara digital
la cual capturó
tu imagen
que se vio
resuelta a una
secuencia de ceros y unos
que me permiten visualizarla
en cualesquiera de las pantallas
de cristales de colores iluminados
con las que interactúo
a diario
para que, al deleitarme con tu rostro,
tu sonrisa ilumine mi corazón, acelerándolo
y produzca, en todo mi cuerpo,
una serie de reacciones
físico químicas
a las que, en su conjunto
algunos llaman
amor

necrófilos

tu cuerpo
frío
traído en el recuerdo,
vibrando levemente
al ir congelándose
tu corazón,
gradualmente
al tiempo que moría
nuestro amor

fuimos necrófilos
de una relación extinta
aferrándonos a una carcasa hueca,
ilusionándonos por recuperar algo de vida
siguiendo un espejismo
nos conducíamos como zombies,
cotidianeidad vacía de afecto,
muertos en movimiento

parque centenario 5:30 am

luna sobre el parque,
ciudad semidormida,
suave aroma
de arboles despertando
en la tenue claridad matinal,
oxigeno limpio
y fresco que inunda mis pulmones,
coro alado
endulzando mis oídos en estéreo,
invaluable joya
esmeralda
en el laberinto de cemento

ojos de Buddha

ojos de Buddha
que te alejas
del fuego

prefieres
la fría soledad
a la mínima
posibilidad de sufrir
quemaduras

tu sensibilidad
inhibe a tu corazón

sin querer arriesgarte
escapas de la tibieza
que pudiera, tal vez,
ocasionarte alguna herida
a la que aferrarte luego

solitarias y frías noches
como las tuyas,
como las mías
¿para qué arriesgarse?
¿quién a esta altura
quiere sufrir desilusiones?

pero es que nadie
tiene de por vida
consigo
la felicidad

ayúdame ¿quieres?
a encontrarla a diario
en las pequeñeces de esta vida
construyéndola juntos
con partículas de alegría
momentáneas

escarabajo

graciosas mariposas
en primavera,
de coloridos brillos
tan obnubiladas de sí mismas
que olvidan su naturaleza

cuántas flores han olvidado visitar
mientras revolotean
entre sus propios cuerpos?

cuán bella es la danza
que a escondidas se reservan,
apenas soy testigo
de los primeros pasos
tan alegres y contagiosos
que dan ganas de seguirlas y sumarme

mas, mi pesado cuerpo
a esas alturas
me impide llegar
y mis alas,
las que no uso de escudo
ante el mundo,
no tienen tanto encanto

soñaré entonces
vuestra danza,
mientras me arrastro
por el polvo
de esta vida

tu juego

en la tierra
de los corazones
sensibles
avanzas
arrasando todo
a tu paso

muchos intentan
huir
pero todos caen
sin poder
evitarlo

y es que con solo verte
atrapados quedan,
entonces sus corazones siguen
obedientes tu dictado
levemente sumergidos
en el océano de felicidad

pero sólo es un juego,
tu juego,
sin verte
afectada, te retiras
y quedando
deshidratados van
resquebrajándose y cayendo
secos de amor,
cenizas al viento