libres del instinto
tras años de evolución
caímos esclavos del apego,
temerosos de la libertad
presos de la estabilidad y sus garantías
huimos de la incertidumbre emancipadora
inmóvil, en busca de certezas,
nuestra mente naufraga y se aferra
al primer lastre que encuentra
hundiéndose un poco, cada día
3 comentarios:
Excelente.me dejaste pensando.
Grandes cosas escribis en muy poco espacio.
W
No hay límites, Juan.
Suena al “Libro Del Desasosiego” de Fernando Pessoa.
Hermosa y profunda.
Un fraternal abrazo.
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