retazos
de carne, otrora tibios,
esparcidos por doquier
y una grotesca mueca
de espanto
lluvia carmesí
devenida ríos,
hacia un mar
de lágrimas
pechos vacíos
de corazones, arrancados
por la fuerza
de la pólvora y el plomo
dónde la tibieza de tus brazos?
dónde tu sonrisa inocente?
dónde tus pequeñas manos
buscando jugar?
pequeña ficha
en un tablero,
estrella extinta,
ausencia irrecuperable
miserable ideología,
económica o no,
religiosa o no,
política o no,
que justificas el dolor
de la inocencia
vacíos de lágrimas,
mis ojos ya no gotean
1 comentario:
Pensé que mi alma había agotado todas las lágrimas, pero siguen conmoviéndome y haciendo brotar de nuevo gotas, las mismas cosas que antes y algunas más... sin que eso me impida ver la luz de la vida, pero... ¿Cuando aprenderé a dejar de llorar, a sentir dolor?
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