aunque mi paciencia
tienda a infinito,
tiene un límite
a él te aproximas cuando huyes
por la tangente
al no querer oír mis razones
nuestros destinos alabeados
parecen acercarse
pero ya no coincidimos en ningún punto
ya no tenemos un común denominador,
no podemos integrarnos,
y en este amor que nunca fue calculado,
los dos nos sentimos iguales
pero somos tan distintos
que aunque queramos forzarnos, en función de no sé qué
ambos llevamos tal conjunto de resentimientos,
que la relación parece vacía
y seguir así,
es cada vez
más
improbable
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